ESCRITOS


16/4/16

La casa de mis padres, la casa de mi propia descendencia está vacía. No sé en qué acogedor retrete cantarán mis tripas, no sé qué bello oído querrá escuchar su bel canto. ¿Qué satisfacción ha de sentir un nombre de mujer pronunciado con disentería? Espero que mi amada no tenga buen olfato ni pegue su hocico a los traseros como oruga de procesionaria. 
  Perdona, estoy disperso y disiento e insisto. La casa de mis padres está vacía pero ellos no se quieren percatar de la pestilencia, y un hijo necesita el hogar de los hombres para liberar todo su hartazgo.

A casa dos meus pais, a casa da miña propia descendencia está baleira. Non sei en que acolledor retrete cantarán as miñas tripas, non sei que fermoso oído quererá escoitar o seu bel canto. Que satisfacción sentirá un nome de muller pronunciado con disentería? Agardo que a miña amada non teña bo olfacto nin pegue o seu fociño aos traseiros como eiruga de procesionaria.
Perdoa, estou disperso e disinto e insisto. A casa dos meus pais está baleira pero eles non se queren decatar da pestilencia, e un fillo necesita o fogar dos homes para liberar todo o seu fastío.

6 comentarios:

  1. Hoy leía sobre la dicha. Una mujer perdió una aguja y la estaba buscando todos la ayudaban a buscarla fuera de su casa. La mujer dijo que la perdió en su casa y todos rieron porque la buscaba fuera y entonces ella explicó que la buscaba fuera porque hay más luz y todo rieron más.
    Entonces la mujer les dijo. Vosotros hacéis lo mismo con la dicha la buscáis fuera porque hay más luz porque los sentidos están preparados para atender el exterior y yo he vivido muchas vidas para saber que la dicha se encuentra dentro en el interior.
    No se si viene al caso pero las casas se llenan de vida cuando nosotros la llenamos.

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    1. Si la felicidad es una aguja es mejor darla por perdida. Ni en la casa ni fuera de la casa hallaremos lo que estamos buscando; tal vez dentro de nosotros mismos, tratando de coser sin punzada.
      La dicha interior necesita airearse, abrir las ventanas de los intrincados sótanos hacia la claridad, para recobrar los perdidos entusiasmos de una ilusión. En el caso que nos relatas creo que la aguja era una excusa para la búsqueda y las risas (ahí radica la felicidad).

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    2. En realidad la mujer les dijo que solo seguía su ejemplo. En realidad la aguja es solo una comparación la moraleja de la historia está en el lugar. Todos caían en el error de buscar la felicidad fuera y siempre estuvo en el interior. Como en el disfrute de ser sin metas ;)

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    3. La moraleja es que para hallar la felicidad hace falta una buena aspiradora (siempre es más fácil perderla en una moqueta). Sandra, en casa de costurera sobran las agujas!

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  2. Yo me sé la historia de aquel navegante que murió buscando la isla del fin del mundo: al llegar la noche tenía que envolverse en la madera por no haber llevado topa de abrigo: ¿qué era más importante, la ropa de abrigo o la brújula?. No percatarse de lo que muere alrededor es peor que nunca haberlo sabido,porque denotamos nuestra inclemencia

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  3. Yo me sé la historia de aquel navegante que murió buscando la isla del fin del mundo: al llegar la noche tenía que envolverse en la madera por no haber llevado topa de abrigo: ¿qué era más importante, la ropa de abrigo o la brújula?. No percatarse de lo que muere alrededor es peor que nunca haberlo sabido,porque denotamos nuestra inclemencia

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