Me
has dejado sin ranas en el estanque, sin aguacero para el olvido,
sin remedio contra los cínifes. Has encontrado otro batracio en la
ciénaga y has degustado sus ancas a tus anchas.
La
piel te olía a geosmina, desecho y contrabando de humildad. Me uní
a tu sordidez para probar la dopamina de tus bragas hasta que la
incredulidad nos dejó sin consecuencias y se me hincharon las
pelotas como palomitas de maíz.
Ratas
de laboratorio iluminan la ciudad y no somos nosotros quienes debemos
apagarlas.
Deixaches-me sen ras no estanque, sen chuvieira para o esquecemento, sen remedio contra os cínfanos. Atopaches outro batracio na lodeira e degustaches as súas ancas ás túas anchas.
A túa pel ulía a terra mollada, refugallo e contrabando de humildade. Unín-me á túa sordidez para probar a dopamina das túas bragas até que a incredulidade deixou-nos sen consecuencias e incharon-se-me as pelotas como flocos de millo.
Ratas de laboratorio iluminan a cidade e non somos nós quen as debemos apagar.
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